Bocas del Toro.
Bocas del Toro es un archipiélago de islas bordeadas de manglares frente a la costa caribeña del norte de Panamá. Está compuesto por nueve islas principales y una multitud de pequeños islotes y cayos. Me alojo en Isla Colón, la más poblada y en la que se encuentra el aeropuerto y la mayor parte de la infraestructura turística. Desde que llego ya me doy cuenta de que Bocas del Toro es mucho más turístico que Guna Yala.
Panamá
Nuestro viaje «Conectando Bosques» nos lleva hasta Panamá. Iniciamos un relato forestal viajero por el Canal de Panamá con «Un canal en el bosque».
La silueta de los rascacielos se dibuja contra el horizonte. Me sorprende contemplar esta imagen en una ciudad centroamericana. Acabo de llegar a Ciudad de Panamá, que con mucha diferencia es la urbe de América Latina con mayor número de rascacielos.
Voy a pasar en Panamá unos escasos diez días haciendo turismo. Paseando por el Casco Antiguo admiro los tonos dorados de los Guayacanes (Tabebuia guayacan) en flor. Tomando como base Ciudad de Panamá, quiero descubrir el Canal de Panamá y su historia. Quiero descubrir los bosques que lo alimentan de agua. Y quiero descubrir a los pueblos que habitan esos bosques y esas aguas. ¿Me acompañas?
Al Canal de Panamá se le considera una de las obras de ingeniería más impresionantes del mundo. Con su construcción, muchos consideran que el Canal de Panamá cambió el comercio mundial. Como dice el lema del Canal, “la tierra dividida, el mundo unido”.
Para ver en persona el funcionamiento el Canal de Panamá me acerco hasta las esclusas de Miraflores, a las que se llega cómodamente en autobús desde la ciudad. Lo mejor que se puede hacer en el Centro de Visitantes de Miraflores es subir hasta la terraza superior para contemplar el paso de los grandes cargueros a través las esclusas.
Me quedo con dos imágenes del Canal de Panamá. Una, los tripulantes de los cargueros saludando y fotografiando a los turistas que nos apiñábamos en el mirador de las esclusas de Miraflores, convirtiéndose ellos mismos por un momento en turistas impactados por el Canal. La otra, un fotograma de la película sobre la historia del Canal que se emite en Miraflores y en la que con las selvas panameña de fondo se lee “Una abundancia de agua que alimenta a un bosque exuberante”.
Gamboa es una pequeña población estratégicamente situada en la confluencia del río Chagres con el lago Gatún. Su ubicación a orillas del Canal de Panamá no es casual. Gamboa se fundó en 1911 para alojar a los trabajadores que construían el Canal. Posteriormente, se convirtió en la residencia de los militares estadounidenses, hasta que en 1999 abandonaron la Zona del Canal.
Las calles y los edificios de Gamboa me resultan anodinos, reflejo seguramente de su origen e historia. El entorno, en cambio, es apabullante. A un lado, el Canal de Panamá, con su zona portuaria en la que sobresale la enorme grúa Titán. Al otro lado, por encima de Gamboa se levanta un extraordinario bosque húmedo tropical. Los árboles gigantes sustentados con amplias gambas que puedo admirar sin siquiera salir de Gamboa provocan que pronto me olvide de la también gigantesca grúa Titán. Y que recuerde lo que realmente he venido a buscar a Gamboa: ¡sus selvas!
En la isla de Barro Colorado se ubica una de las estaciones de investigación tropical más antiguas del mundo, de la que en 2023 se celebró el centenario de su inauguración. STRI son las siglas en inglés del “Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales”. Cada año, más de 400 científicos visitan este laboratorio viviente para estudiar la biología, la ecología, la evolución y el comportamiento animal en los bosques tropicales. Y regularmente abren sus instalaciones para mostrar su trabajo a pequeños grupos de visitantes. ¡Para mostrarnos los secretos de la selva!
En esta corta excursión a Barro Colorado hemos caminado por los senderos que atraviesan el bosque tropical y hemos visitado algunas de las instalaciones que utilizan los investigadores del STRI, que con su trabajo posibilitan que a Barro Colorado se le considere el bosque tropical más estudiado del mundo.
Los Embera son uno de los siete pueblos indígenas de Panamá. Su territorio original se extiende entre la provincia panameña del Darién y tierras colombianas al otro lado de la frontera. Desde la década de los 70, varios grupos de indígenas Embera empezaron a trasladarse a la cuenca alta del río Chagres. Huían de la elevada conflictividad en lo que se conoce como el “tapón del Darién” y buscaban nuevas oportunidades en las cercanías de la gran ciudad. Poco tiempo después, el Gobierno panameño declaró el Parque Nacional Chagres, con lo que restringió los principales medios de vida de los Embera: la caza y la agricultura. Por el contrario, se les abrió un nuevo recurso económico: el turismo.
Embera Ella Puru significa “en lo alto de la loma”. Desembarcamos en un pequeño muelle, en el que un arco con el nombre de la comunidad nos da la bienvenida, y tras subir una pequeña cuesta van apareciendo las primeras casas de los Embera, en lo alto de la loma.
Islotes paradisiacos con playas de arena blanca, cocoteros, sol, aguas turquesas, arrecifes de coral y peces multicolores. En frente, una costa cubierta por densos bosques tropicales. Guna Yala es la imagen del Caribe de los folletos turísticos. Y Guna Yala es el hogar de los Guna, un pueblo indígena que mantiene su cultura tradicional y que gestiona de forma autónoma su territorio y el cada vez más abundante turismo. Está claro que tengo que ir.
Bocas del Toro es un archipiélago de islas bordeadas de manglares frente a la costa caribeña del norte de Panamá. Está compuesto por nueve islas principales y una multitud de pequeños islotes y cayos. Me alojo en Isla Colón, la más poblada y en la que se encuentra el aeropuerto y la mayor parte de la infraestructura turística. Desde que llego ya me doy cuenta de que Bocas del Toro es mucho más turístico que Guna Yala.
Un canal en el bosque (6 de 7)
Las islas de Guna Yala.
Islotes paradisiacos con playas de arena blanca, cocoteros, sol, aguas turquesas, arrecifes de coral y peces multicolores. En frente, una costa cubierta por densos bosques tropicales. Guna Yala es la imagen del Caribe de los folletos turísticos. Y Guna Yala es el hogar de los Guna, un pueblo indígena que mantiene su cultura tradicional y que gestiona de forma autónoma su territorio y el cada vez más abundante turismo. Está claro que tengo que ir.
Un canal en el bosque (5 de 7)
La selva de los Embera.
Los Embera son uno de los siete pueblos indígenas de Panamá. Su territorio original se extiende entre la provincia panameña del Darién y tierras colombianas al otro lado de la frontera. Desde la década de los 70, varios grupos de indígenas Embera empezaron a trasladarse a la cuenca alta del río Chagres. Huían de la elevada conflictividad en lo que se conoce como el “tapón del Darién” y buscaban nuevas oportunidades en las cercanías de la gran ciudad. Poco tiempo después, el Gobierno panameño declaró el Parque Nacional Chagres, con lo que restringió los principales medios de vida de los Embera: la caza y la agricultura. Por el contrario, se les abrió un nuevo recurso económico: el turismo.
Embera Ella Puru significa “en lo alto de la loma”. Desembarcamos en un pequeño muelle, en el que un arco con el nombre de la comunidad nos da la bienvenida, y tras subir una pequeña cuesta van apareciendo las primeras casas de los Embera, en lo alto de la loma.
Un canal en el bosque (4 de 7)
4. Los investigadores del bosque.
En la isla de Barro Colorado se ubica una de las estaciones de investigación tropical más antiguas del mundo, de la que en 2023 se celebró el centenario de su inauguración. STRI son las siglas en inglés del “Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales”. Cada año, más de 400 científicos visitan este laboratorio viviente para estudiar la biología, la ecología, la evolución y el comportamiento animal en los bosques tropicales. Y regularmente abren sus instalaciones para mostrar su trabajo a pequeños grupos de visitantes. ¡Para mostrarnos los secretos de la selva!
En esta corta excursión a Barro Colorado hemos caminado por los senderos que atraviesan el bosque tropical y hemos visitado algunas de las instalaciones que utilizan los investigadores del STRI, que con su trabajo posibilitan que a Barro Colorado se le considere el bosque tropical más estudiado del mundo.
Un canal en el bosque (3 de 7)
Los bosques del Canal.
Gamboa es una pequeña población estratégicamente situada en la confluencia del río Chagres con el lago Gatún. Su ubicación a orillas del Canal de Panamá no es casual. Gamboa se fundó en 1911 para alojar a los trabajadores que construían el Canal. Posteriormente, se convirtió en la residencia de los militares estadounidenses, hasta que en 1999 abandonaron la Zona del Canal.
Las calles y los edificios de Gamboa me resultan anodinos, reflejo seguramente de su origen e historia. El entorno, en cambio, es apabullante. A un lado, el Canal de Panamá, con su zona portuaria en la que sobresale la enorme grúa Titán. Al otro lado, por encima de Gamboa se levanta un extraordinario bosque húmedo tropical. Los árboles gigantes sustentados con amplias gambas que puedo admirar sin siquiera salir de Gamboa provocan que pronto me olvide de la también gigantesca grúa Titán. Y que recuerde lo que realmente he venido a buscar a Gamboa: ¡sus selvas!
Un canal en el bosque (2 de 7)
El Canal de Panamá.
Al Canal de Panamá se le considera una de las obras de ingeniería más impresionantes del mundo. Con su construcción, muchos consideran que el Canal de Panamá cambió el comercio mundial. Como dice el lema del Canal, “la tierra dividida, el mundo unido”.
Para ver en persona el funcionamiento el Canal de Panamá me acerco hasta las esclusas de Miraflores, a las que se llega cómodamente en autobús desde la ciudad. Lo mejor que se puede hacer en el Centro de Visitantes de Miraflores es subir hasta la terraza superior para contemplar el paso de los grandes cargueros a través las esclusas.