Progreso:

Un bosque en movimiento (4 de 5)

Primavera en Izki. El LIFE PRO-Izki

Cartel del LIFE PRO-Izki

Por encima de zarzas y matas van las brujas al campo de las zapacas”. Y el arriero volvió a caer de culo en medio de una turbera. Unos jóvenes con extraños atuendos verdes se le acercaron intrigados al verle aparecer como caído del cielo. Se presentaron como los guardas de Izki. -“¡Sois como los antiguos Merinos Montañeros o los ballesteros y su Abad!”- exclamó el arriero.

Le explicaron que estaban inventariando en el trampal las poblaciones de una pequeña planta, Rhynchospora fusca, que intentaban recuperar como parte del proyecto LIFE PRO-Izki. El arriero escuchaba intrigado, aunque tanta palabreja le sonaba a chino o a latín. Le invitaron a acompañarles a revisar una de las cuatro balsas que acababan de acondicionar para mejorar el hábitat de la rana ágil o rana de monte y de los murciélagos forestales. Entre tanta información, le dejó con la boca abierta enterarse de que había viajado en el tiempo hasta la primavera de 2015.

Hojas de roble en primavera

La primavera siempre tarda en llegar a Izki. Las primeras señales del renacer del bosque provienen de pequeñas plantas nemorales como la Anémona de bosque (Anemone nemorosa), que aprovechan la desnudez de los árboles para florecer y de otras como el Narciso (Narcissus pseudonarcissus) que pronto colorea de amarillo los pequeños claros del bosque. El Abillurri o Espino Albar (Crataegus monogyna) resplandece con sus flores blancas, igual que los frutales, que se arriesgan a que una helada tardía arruine las esperanzas de una buena cosecha. El Chopo Blanco o Abedul (Betula pendula) se despereza pronto y antes de que llegue oficialmente la primavera ya hace semanas que ha empezado a brotar. Todo lo contrario del Roble Almez, que permanece agazapado hasta bien entrado mayo.

Las aves reciben la primavera llenando el silencio invernal con sus sonidos. En Izki se escucha canturrear al chinchin, nombre por el que parece que se conoce tanto a los carboneros como a los herrerillos; maullar al cárabo o bubarro, que asoma la cabeza desde el hueco de un tronco seco; relinchar al pito real o picaverde mientras parece que vuela a trompicones; o tamborilear los troncos al picatroncos o picapotros.

Parketxe de Izki en Korres

Es precisamente un pájaro carpintero, el pico mediano, uno de los principales protagonistas  del proyecto LIFE PRO-Izki “Gestión ecosistémica del marojal de Izki y de los hábitats y especies de interés comunitario con los que se relaciona. Junto al pico mediano, el proyecto cuenta con otros actores, como el propio marojal, el murciélago de Bechstein, la rana ágil o los enclaves higroturbosos y sus poblaciones de  Rhynchospora fusca.

Logo del LIFE PRO-Izki
Logo del LIFE PRO_Izki

Al poco rato, el arriero se tropezó con un grupo que caminaba en silencio y con paso lento. Se presentaron diciendo que eran pajareros o “birdwatchers” y que venían desde lejos para observar las aves de Izki, y en especial el pico mediano. No quedó muy convencido cuando le aclararon que lo que llevaban al cuello no eran escopetas sino binoculares para distinguir mejor a los pájaros. ¡Qué cosa más rara!

Visita de un congreso internacional de pájaros carpinteros

El arriero miró a su alrededor y comprobó que Izki continuaba siendo un hermoso robledal. Hasta le parecía que tenía mejor aspecto que en su última visita 55 años antes. Sin embargo, algo había cambiado radicalmente: la gente. El bosque, que durante siglos había sido el sustento del sistema agrario tradicional de las gentes del campo, se estaba transformando en un espacio de ocio y esparcimiento de las gentes de la ciudad.

Desde 1998, Izki está declarado Parque Natural. Para unos, una oportunidad de aunar los intereses conservacionistas con los socioeconómicos de las poblaciones locales. Para otros, una nueva injerencia del mundo urbano en el rural.

En el mundo que el arriero conocía, la gente se internaba en el monte por necesidades materiales. Venían a cazar, a cortar madera, a pastorear o a carbonear. Ahora mucha gente se acerca a la naturaleza por necesidades espirituales: a pasear y a observar pájaros. Dos concepciones, la rural y la urbana, contrapuestas en parte pero abocadas a entenderse. Y para alegría del arriero, en 2015 la sociedad rural continuaba luchando por mantener su espacio en Izki.

Fiel a su cita bianual, el 29 de septiembre de 2014 se había celebrado el “Día de las Comunidades Pastoriles de Izki”, un homenaje a esas organizaciones que durante siglos gestionaron los recursos silvopastoriles de Izki. En esta ocasión se había enfocado en la gestión forestal del robledal.

Por la mañana  se proyectó en el Parketxe de Korres un documental sobre el LIFE PRO-Izki. Con la premisa de que “no se puede proteger aquello que no se conoce”, el video presentaba a los múltiples habitantes de Izki, “donde el bosque, su fauna, su flora y sus gentes forman un complejo ecosistema donde cada pieza juega un papel imprescindible”.

Viendo el documental sobre Izki en el parketxe
Jornada divulgativa sobre gestión forestal en Izki

La jornada continuó con una visita al monte para conocer las actuaciones forestales que se ejecutan, en desarrollo del “Plan de Gestión Forestal del Marojal de Izki”(8).  Un Plan, surgido en el LIFE PRO-Izki, con el que se pretende “la mejora de las masas forestales tanto desde un punto de vista ecológico como tecnológico a través de la realización de cortas selectivas integradas en una selvicultura específica para el marojo y aplicando unos criterios de conservación entre los que se incluyen por su importancia aquellos que mejoren el hábitat del pico mediano(8). Gestión forestal y conservación de la biodiversidad compartiendo camino entre los robles de Izki.

Los propios redactores del Plan de Gestión Forestal (PGF) se encargaron de transmitir la importancia y necesidad de un adecuado manejo forestal del marojal de Izki. De forma didáctica, Pablo Sabín acercó a los vecinos de Izki a unas técnicas selvícolas que no siempre son bien contadas, ni por lo tanto entendidas. Términos forestales como “determinación de masas”, “diámetro normal”, “árboles de porvenir” o “área basimétrica” dejaron de ser “palabros” para transformarse en palabras. Si había quedado claro que el bosque de Izki no se puede proteger si no se conoce, tampoco se puede defender la gestión forestal si no se entienden sus objetivos y sus herramientas.

Jornada divulgativa sobre gestión forestal en Izki

El bosque actual y el bosque objetivo

El propio arriero ya habría sabido explicar que los bosques actuales de Izki son el resultado de su gestión en el pasado. El sistema agrario tradicional ejerció durante siglos una gran demanda sobre los recursos de Izki, si bien el control y las normas que establecieron los pueblos comuneros favorecieron la preservación del bosque. La migración a las ciudades a partir de los años 50 conllevó la disminución de la presión de las hachas y de la cabaña ganadera. En las décadas posteriores el principal aprovechamiento forestal fueron las suertes foguerales o leñas para consumo doméstico local. El bosque había iniciado su recuperación.

Pila de leña en Izki

En los años 90, el Servicio de Montes reactivó la gestión forestal en Izki al promover que los pueblos vendieran anualmente pequeños lotes de madera. Por primera vez, se integraron pautas conservacionistas en las cortas:

 “Mantener una franja de protección en los bordes altitudinalmente superiores de las masas; Mantener los ejemplares arbóreos situados en los bordes de las masas arboladas; Respetar toda la vegetación existente en las márgenes de arroyos y ríos; Dejar reservas de árboles viejos e incluso secos en las cortas finales”. Malen Vilches, en “Conservación de la biodiversidad en la gestión forestal en Álava(9)

La Dehesa de Kintana

El bosque actual de Izki es el resultado de todos esos procesos históricos. En otoño de 2012 y en el marco del LIFE PRO-Izki un grupo de trabajo de expertos en gestión de las masas de Quercus pyrenaica visitó Izki, con objeto de analizar la situación de partida del bosque. Teniendo en cuenta sus conclusiones, y como paso previo al Plan de Gestión Forestal, se determinó la foto fija actual con la “Caracterización de los tipos de masa de rebollar en el Parque Natural de Izki”.

Este estudio sirvió para rebatir ciertas ideas preconcebidas, como que Izki es un bosque homogéneo: “Nos vemos por tanto en el compromiso de desmitificar la idea poco contrastada de que los marojales de Izki son homogéneos (…)(8).  En contra de lo anunciado, se comprobó el adecuado vigor general del robledal: “Nos vemos en la obligación de desmitificar la idea de que los marojales de Izki tienen problemas de salud o vitalidad o que la productividad forestal está muy limitada como asevera erróneamente el PRUG(8).

La creencia de que “los individuos son viejos o son genéticamente homogéneos porque proceden de cepa” también se puso en entredicho. Estudios recientes señalan la ausencia de homogeneidad genética de las cepas de marojo y discuten la pérdida de vigor de las masas en monte bajo por envejecimiento de las cepas. Al regenerarse esta especie por rebrotes de raíz, se podría ocasionar un rejuvenecimiento de las mismas.

Además, gran parte de la superficie de robledal de Izki parece haber sido regenerada por semilla. “La rápida colonización de amplias zonas desarboladas en los años 50 apoya también la idea de que la regeneración natural por semilla ha sido bastante frecuente en el origen de muchos de los individuos”. (8)

Roble de grandes dimensiones en Izki

Una vez conocida la foto actual, hay que imaginar la foto de marojal ideal que se pretende conseguir. En el bosque objetivo domina el marojo, pero con presencia de otras especies acompañantes como hayas, abedules o quejigos que aportan diversidad a la masa. Hay elevada presencia de árboles grandes, ya que al menos un tercio alcanzan un diámetro normal superior a 50 cm. Estos árboles adultos cuentan con espacio para desarrollarse, por lo que presentan una copa amplia y concentran gran parte del crecimiento del bosque. El volumen medio de madera se sitúa entre 170 y 210 m3/ha. En el bosque objetivo predominan los árboles de calidad tecnológica alta, con troncos rectos, limpios de ramas, sin nudos y con buena copa. Son los denominados árboles de porvenir.

El bosque presenta una estructura irregular en la que conviven pies de distintos diámetros  y alturas, existen huecos del tamaño necesario para la regeneración natural del marojo y los individuos juveniles compiten por la luz, crecen en altura y evitan el desarrollo de ramas en sus troncos. En el bosque objetivo se observan árboles secos en pie de gran tamaño y madera muerta en el suelo, que sirven de cobijo y alimento a la fauna silvestre.

Madera muerta degrandes dimensiones en Izki

Conservar el bosque cortando madera

Madera apilada para extraer en Izki

El arriero ya había comprendido que un bosque como Izki siempre está en movimiento y que con los aprovechamientos maderables se pretende dirigir este movimiento hacia unos objetivos concretos.

En Izki, se considera que el manejo de la densidad mediante cortas de mejora es la principal herramienta para mejorar el vigor de sus masas forestales. El creciente consumo de leña, la demanda no cubierta de madera estructural de roble y el todavía incipiente nicho de madera para duelas de barrica representan oportunidades de mercado para la gestión forestal de un robledal de Izki con prósperas posibilidades de producción.

En particular, hay que recalcar que ya se están obteniendo algunas trozas con destino a la elaboración de duelas para barricas de vino. Las trozas seleccionadas para barricas deben tener un diámetro medio mayor de 34 cm, una longitud múltiplo de 1,1 metros, poco porcentaje de albura y ausencia de defectos como curvaturas, nudos y pudriciones y pueden alcanzar un precio superior a los 300 €/m3. Se pone de manifiesto que una selvicultura dirigida a la producción de madera de calidad puede llegar a revalorizar de forma notable los ingresos económicos a obtener en el futuro por los pueblos propietarios.

El Plan de Cortas se articula a través de los sComo señala el PGF, “la calidad tecnológica del marojo en Izki es tal que puede marcar las diferencias de gestión con respecto a otros marojales y se estima que se está en la posición de poder calificar a este marojal como uno de los mejores de su especie a nivel regional o nacional, incluso comparable con algunos robledales de Quercus robur y Quercus petraea, con el valor añadido de que en este caso se trata de roble de Quercus pyrenaica”. (8)

Tronco cilíndrico de roble en Izki

En Izki se propone una selvicultura próxima a la naturaleza, centrada en el manejo de la espesura mediante cortas selectivas y en la que se descartan las cortas de regeneración en grandes superficies. El Plan de Cortas selectivas organiza las actuaciones en el tiempo y en el espacio. Para el marojal de Izki se consideran adecuadas intensidades de corta de 25-50 m3/ha y/o 15-25% del volumen con corteza y períodos de rotación de 8 a 14 años, según la calidad de estación.

A lo largo de los 15 años de aplicación del Plan de Gestión Forestal, en Izki se espera ejecutar cortas selectivas en unas 2.313 hectáreas de marojal, con un volumen estimado de corta de unos 3.000 a 4.000 metros cúbicos anuales.

El Plan de Cortas se articula a través de los señalamientos, seguramente el paso más importante de la gestión forestal. El señalamiento consiste en seleccionar, marcar, y en su caso medir, los árboles a apear o a preservar en un rodal de corta de acuerdo a un objetivo selvícola determinado.

Los expertos forestales René Courraud y Froilán Sevilla impartieron en Izki en octubre de 2013 una jornada sobre señalamientos en “Selvicultura próxima a la naturaleza”. Se analizaron técnicas de señalamiento que conjugan la obtención de madera de calidad con otros objetivos particulares, como los ecológicos.

En el señalamiento se determinan los árboles de porvenir por cualidades como un tronco recto y libre de ramas y brotes epicórmicos, un buen estado sanitario, y una copa equilibrada. Se identifican otros árboles a conservar por criterios ecológicos como pies muertos en pie, tronchados o de especies poco representadas, los que sostienen nidos en la copa o los que presentan poliporos, un indicador de su potencial para albergar nidos de pico mediano. Por último, se señalan los árboles a cortar por haber alcanzado el diámetro de cortabilidad, por competir en altura por la luz con un árbol de porvenir o por interferir en el desarrollo de la regeneración siempre que no cumplan otras funciones importantes en la masa.

René habla de “El placer de crear y gestionar montes hermosos, productivos, agradables para el paseo y que protejan todos los valores que albergan, muy heterogéneos y ricos en una fauna y flora cada día más amenazada” (prólogo de “Una teoría ecológica para los montes ibéricos”(10), de Froilán Sevilla)

Jornada de selvicultura próxima a la naturaleza

El arriero ascendió temeroso una bizcarra tras la que surgía un gran estruendo. Desde la distancia, descubrió grandes máquinas que tronzaban y apilaban troncos sin aparente esfuerzo. Nunca había visto un aprovechamiento forestal mecanizado y le parecía una confusión de aparatos infernales. Motosierras, procesadoras, arrastradores, autocargadores y camiones forestales en un baile demencial. Pero después de todo lo que había aprendido sobre los bosques de Izki, pronto entendió su objeto y utilidad. Los tiempos habían cambiado y la gestión forestal buscaba favorecer al bosque.

Autocargador trabajando en Izki
Troncos de roble cortados en Izki
Pila de leña de roble en Izki

El aprovechamiento forestal propiamente dicho constituye la actuación más controvertida en la gestión de los bosques. Es habitual quedarse en los impactos que genera a corto plazo, sin considerar los beneficios sobre la masa a medio plazo. “Sin embargo, aunque la estructura que generan las cortas sea la adecuada, con frecuencia se demoniza el medio (las propias cortas), debido a una visión cortoplacista en la que no se entienden los equilibrios ecológicos con pistas, procesadoras, trabajadores u arrastraderos. Es como si se creyera que se llega a la densidad o estructura adecuada simplemente con desearlo, o si casualmente el azar de los derribos conduce al bosque ideal”. (8)

De forma paralela, el Plan de Gestión Forestal plantea diversos estudios para mejorar el conocimiento de la dinámica del bosque, como ensayos de regeneración del marojal en los que se analiza la abundancia de la reproducción por semilla en función de la apertura de distintos tamaños de huecos en el dosel o la investigación de los procesos ecológicos en ausencia de intervención humana en las 122 hectáreas de la Reserva Integral de Lacanduz.

La gestión forestal propuesta en Izki no solo consigue aumentar el vigor del arbolado y garantizar la producción sostenida de leña y productos madereros de calidad. También contribuye a mejorar el hábitat del pico mediano y del murciélago de Bechstein. Al incrementar el número de árboles de gran tamaño y los volúmenes de madera muerta se aumentan los nichos de alimentación y el número de troncos susceptibles para la nidificación, como señala el informe “Criterios ecológicos para la compatibilización entre actividades forestales y conservación del pico mediano” (11). Izki representa un ejemplo de que la gestión forestal y la conservación de la biodiversidad pueden caminar de la mano.

Visita a los rodales maduros de Izki

El arriero sonrió relajado. En 2015, Izki estaba en camino de convertirse en un “monte hermoso, productivo, agradable para el paseo y que protege todos los valores que alberga, muy heterogéneo y rico en una fauna y flora cada día más amenazada”

Bibliografía consultada en este capítulo:

(8) AGRESTA, S.C.; 2013. Plan de Gestión Forestal del Marojal de Izki. Diputación Foral de Álava. Vitoria-Gasteiz

(9) Vilches, M. E.; 2002. Conservación de la biodiversidad en la gestión forestal en Álava. Servicio de Montes. Diputación Foral de Álava. Vitoria-Gasteiz (informe no publicado)

(10) Sevilla, F.; 2008. Una teoría ecológica para los montes ibéricos. Instituto de Restauración y Medio Ambiente S.L. La Virgen del Camino. León

(11) Ciudad, C.; Fernández, J.M. & Robles, H.; 2020. Criterios ecológicos para la compatibilización entre actividades forestales y la conservación del pico mediano. Informe técnico del proyecto POCTEFA Habios. Diputación Foral de Álava. Vitoria-Gasteiz

¿Qué te ha parecido este relato viajero?

Si quieres hacer algún comentario, este es tu espacio.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *