Progreso:

251 miradas al bosque (6 de 6)

Los Bagdeli. El Parque Nacional de Campo Ma´an

Finaliza nuestro viaje eco-etnográfico por Camerún organizado por Joan Riera y Guillermo Casasnovas. De la mano de nuestro guía Abdoul Yaouba hemos convivido con algunos de los últimos pueblos tradicionales del norte y del sureste de Camerún. Ahora continúo en solitario mi viaje hacia la costa sur del país, a territorio de los pigmeos Bagdeli. Quiero conocer el Parque Nacional de Campo Ma´an.

Kribi es la principal población de la costa sur de Camerún. Nada más llegar compruebo que ésta ya es una zona más turística. Pero incluso aquí puedo contar con los dedos de las manos los occidentales con los que me cruzo. La población tradicional de la zona son los pigmeos Bagdeli, que han sido dramáticamente desplazados. En la costa predominan actualmente diversos grupos Bantú, como los Batanga, los Iyasa y los Mabea. El interior selvático ha sido intensamente talado y transformado en grandes plantaciones de palma de aceite, caucho, café y cacao.

Me acerco hasta las cataratas de Lobé, uno de los principales atractivos turísticos de Kribi, ya que son de las pocas en el mundo que vierten directamente al mar. Tras pasear sobre las cascadas,  me ofrecen tours en piragua para visitar los poblados de los pigmeos Bagdeli a orillas del río Lobé. Los rechazo, consciente del contraste que me supondría pasar en unos pocos días de convivir con pigmeos cazadores recolectores en el interior de la selva a visitar un poblado pigmeo que subsiste de las propinas de los ocasionales turistas que lo visitan.

Siguiendo por la costa hacia el sur, hago una parada en Ebodjé, un pequeño poblado de pescadores. Aprovecho para relajarme unos días en esta población costera que está desarrollando una interesante iniciativa de ecoturismo a través de un programa de protección de las tortugas marinas.

La playa de Ebodjé

Pero mi destino está todavía más al sur. La pequeña ciudad de Campo, a poca distancia de la frontera con Guinea, es la principal entrada al Parque Nacional de Campo Ma´an.

Al llegar a Campo me acerco a almorzar a un pequeño comedor al aire libre. Me enseñan los platos del día: antílope, serpiente y mono. Soy consciente del grave peligro que representa para la fauna local la caza furtiva organizada sobre los grandes mamíferos de la selva, como el elefante, el gorila o el chimpancé. Pero también de los problemas que ocasiona la caza furtiva a escala local, que constituye un recurso económico importante para el mercado local de carne o “bush meat”.

En la Reserva de Fauna de Douala-Edea ya había tenido oportunidad de conocer el Santuario de chimpancés de Pongo-Songo, en el que trabajan en la reintroducción en su medio de grupos de chimpancés rescatados de la caza furtiva.

Mientras degusto la carne de antílope en Campo, me cuentan que un proyecto está trabajando en la habituación de pequeños grupos de gorilas a la presencia humana en la cercana isla de Dipikar. El objeto es garantizar su conservación a través del turismo, al estilo de las exitosas experiencias con los gorilas de montaña en Uganda. Sin embargo, parece ser que el proceso de habituación está siendo dificultoso, debido a la larga historia de persecución que han sufrido los gorilas en las selvas camerunesas.

El Santuario de chimpancés de Pongo-Songo

Terminada la comida, me alojo en un sencillo albergue en las afueras del pueblo. Ya en la noche, llega un vehículo de WWF con tres pigmeos Bagdeli, con los que compartiré alojamiento. Serán los únicos Bagdeli que tendré la oportunidad de conocer fugazmente en mi visita a Campo.

Letrero del Parque Nacional de Campo Ma´an

Con la creación del Parque Nacional de Campo Ma´an, los Bagdeli fueron expulsados de sus tierras sin que se atendieran sus reclamaciones sobre los derechos de caza y recolección que les asistían, ni se les reconociera el papel que habían desarrollado como protectores del bosque. Por desgracia, el Parque Nacional contribuye en un proceso de sedentarización para el que los Bagdeli no estaban preparados y que entra en profunda contradicción con su cultura tradicional.

Pronto en la mañana ingresamos en nuestro vehículo al Parque Nacional de Campo Ma´an, con intención de visitar las cataratas Membe´le. Tras un largo recorrido por las ya habituales pistas de tierra, atento a la poco probable aparición de un grupo de gorilas o de mandriles, llegamos a las cascadas La única señal de vida animal por el camino han sido unos grandes excrementos de elefante en mitad de la pista.

Como siempre que camino por la selva, el paseo hasta las cataratas me resulta revitalizante. Sin embargo, esta vez me siento en cierta forma insatisfecho. Y no es porque la única noticia de los elefantes haya sido la de sus excrementos, ni porque los gorilas se hayan comportado tan esquivos como acostumbran, ni porque no hayamos podido sorprender a los búfalos en su retirada a las grutas en las que duermen o ni siquiera hayamos intuido a los pequeños habitantes de la selva escondiéndose fugazmente a nuestro paso.

Cataratas Membe´le

En el fondo, sé que los gorilas, los elefantes, los búfalos y el resto de animales están en la selva. Los que faltan son los Bagdeli, expulsados de su selva por la creación del Parque Nacional, como de sus otras selvas por la industria maderera, la minería o la agroindustria.

Niños Baka en un "mongulu" improvisado

Después de haber convivido en las selvas de la Reserva de Dja con los Baka, Campo Ma´an me parece vacío sin los pigmeos Bagdeli, sus pobladores humanos tradicionales. Recuerdo el consejo que nos solicitaba el jefe Baka para su pueblo y pienso que más que una petición de consejo, en realidad debería ser un toque de atención a nuestro mundo civilizado para que garanticemos su supervivencia. La de pueblos como los Bagdeli, los Baka, los Mbororo, los Dowayo o los Dupá, que conviven en una  armonía con su tierra que nosotros perdimos hace mucho. Debería ser un llamado no solo de justicia social, sino de simple egoísmo social, como memoria de que un día nosotros también tuvimos una mirada cómplice con la Naturaleza.

Bibliografía consultada en este relato forestal:

Barley, N.; 2006. El antropólogo inocente. Ed. Anagrama. España

ECOFAC; 2010. Réserve de Biosphère du Dja. Patrimoine mondial de l`UNESCO. Edition Afrique Centrale. Yaoundé – Cameroun

Pyhälä, I.; 2012. What future for the Baka? Indigenous peoples’ rights and livelihood opportunities in
south-east Cameroon
. IWGIA Report 13. Copenhagen, Denmark

Riera, J.; 2007. Camerún. Ed. Laertes. España

Romero, F.; 2018. El árbol de los pigmeos. Ed. Círculo Rojo. España.

Greenpeace; 2000. Saqueando los bosques de Camerún

WWF España; 2010. Industria de la madera en la cuenca del Congo.

www.middle-africa.com

www.lastplaces.com

www.thebukauproject.wordpress.com

¿Qué te ha parecido este relato viajero?

Si quieres hacer algún comentario, este es tu espacio.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *