El futuro. Hasta el tope y punto.
Para proteger el Bosque de Cinquera hay que ponerlo en valor:
“Echando la vista hacia atrás, a las historias que ha vivido el Bosque de Cinquera, y hacia abajo, a lo verde y frondoso que se ve desde aquí, presiento que le aguardan buenos tiempos. Pero qué voy a decir yo, las ceibas somos optimistas por naturaleza. ¡Como si no íbamos a ser los árboles más altos del bosque!”
El bosque que les protegió (3 de 4)
¡El Bosque de Cinquera!
El Bosque de Cinquera tiene un indudable valor ecológico y constituye un recurso esencial en la vida de sus pobladores. Los Planes de Manejo Forestal de fincas pretenden contribuir a su protección:
“¿Habéis visto que bonito está el Bosque de Cinquera? Lo que veis ahí abajo son unas 5.300 hectáreas de bosque continuo, lo que le convierte en una de las áreas forestales más importantes de El Salvador.”
El bosque que les protegió (2 de 4)
La guerra de El Salvador. Cuando nada fue ya igual.
Durante la guerra, el bosque de Cinquera se convirtió en refugio de los guerrilleros. Con los Acuerdos de Paz, éstos decidieron conservar el bosque por las historias que guardaba y como agradecimiento, porque fue el bosque el que primero les protegió:
“Tras la guerra, Cinquera era un pueblo destruido en el que prácticamente sólo se mantenía en pie el campanario de la iglesia. El bosque había ocupado las casas, las calles, los campos y las montañas. Dicen que fue lo único bueno que les dejó la guerra, el Bosque de Cinquera.”
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