5.2. La vida en la selva de los lacandones.
La economía tradicional de los lacandones se basa en la milpa maya, un sistema de agricultura de roza, tumba y quema que configura un mosaico de cultivos, acahuales y selvas que aporta recursos a los lacandones en todas sus fases.
Durante mi visita, se celebra en Lacanjá la “Exposición Cultural Lacandona”, una muestra de las actividades de los lacandones, en la que compruebo que a pesar de que el ecoturismo ha sustituido a la selva como su principal fuente de recursos, los lacandones continúan viviendo en una estrecha conexión con su entorno hasta el punto de que se autodenominan “los guardianes de la selva”.
Todo parece en equilibrio en la selva de los lacandones. ¿Todo? La realidad, como casi siempre, es más compleja. En la Selva Lacandona se desarrolla un largo y duro conflicto focalizado en la tenencia de la tierra. Y para entenderlo, hay que conocer un poco la historia de los diversos grupos de población que en diversas épocas has conseguido asentarse en estas selváticas tierras.
La selva de los mayas (5.1 de 5)
5. La selva de los lacandones.
5.1. Ecoturismo con los lacandones.
La Selva Lacandona se caracteriza por la gran diversidad de árboles, que pueden alcanzar hasta los 60 metros de altura y la abundancia de bejucos y plantas epífitas. Son comunes especies como la Caoba (Swietenia macrophylla), el Cedro (Cedrela odorata), la Ceiba (Ceiba pentandra) o el Canxan (Terminalia amazonica).
Tras visitar Bonampak, mi siguiente destino es la comunidad lacandona de Lacanjá Chansayab, a unos pocos kilómetros de distancia de Bonampak y a las puertas de la Selva Lacandona. En los dos próximos días intentaré conocer un poco a los lacandones y a su selva, la Selva Lacandona.
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