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El mejor lugar de la selva (4 de 6)

La comunidad Cofán de Dureno: El impacto de las petroleras

Tras visitar los guaduales de Duvuno, nos dirigimos a Dureno, la comunidad Cofán más afectada por la actividad petrolera. En Dureno nos harán tomar consciencia de los daños producidos en la explotación del pozo Dureno 1 por la compañía Texaco durante más de 20 años y nos relatarán el largo periplo de su juicio contra la petrolera.

Dureno es la comunidad Cofán más poblada. Su territorio ocupa una superficie de 9.571 hectáreas y se halla rodeado por asentamientos colonos. Para enfrentar la avalancha de colonizadores y el resto de amenazas, Dureno consiguió en 1972 linderar su territorio y posteriormente legalizarlo con un título de tierras comunitario.

Comunidad Cofán de Dureno
Comunidad Cofán de Dureno
Límite del territorio de Dureno
Límite del territorio de Dureno

Al recorrer Dureno nos reafirmaremos en que los Cofanes son un pueblo con un profundo respeto a la naturaleza. La comunidad ha incorporado normas referentes al uso del bosque, con énfasis en el control de la cacería y del aprovechamiento maderero. Los Cofanes de Dureno han optado por conservar sus recursos naturales y apuestan por actividades como el ecoturismo, la elaboración de artesanías o la etnobotánica. Actividades que permiten a los Cofanes proteger la selva como tradicionalmente hicieron sus ancestros a la vez que generan fuentes alternativas de ingresos económicos.

Visité Dureno en 2008, aprovechando uno de mis viajes a los guaduales de Duvuno. En Dureno tuve la suerte de conocer a Emergildo Criollo, un líder Cofán gran conocedor de su pueblo y de su territorio y uno de los indígenas amazónicos que vivieron en primera persona el impacto de las petroleras y el juicio contra la Texaco. Caminando por los bosques que rodean Dureno, Emergildo nos muestra sus amplios conocimientos etnobotánicos, nos desvela los secretos de algunas de las plantas de la selva y, en definitiva, nos trasmite la profunda conexión de los Cofanes con su entorno.

Recogiendo plantas con Emergildo Criollo
Recogiendo plantas con Emergildo Criollo
Identificando plantas con Emergildo Criollo
Identificando plantas con Emergildo Criollo

“El conocimiento botánico de los cofanes es muy amplio. Poseen un sistema clasificatorio complejo. En unos casos utilizan un sistema binomial, es decir que usan dos nombres para designar a una planta: uno genérico y otro específico, en forma similar a lo que ocurre en el conocimiento científico. Para establecer las clasificaciones toman en cuenta: fragancia de las hojas, color, sabor, forma de los frutos, época de floración y fructificación, su localización, su forma de propagación…” (Ethnos. Atlas etnográfico de Ecuador. Alba Moya. Ed. Ecuador).

Al regresar del paseo por el bosque, en la comunidad nos esperan dos mujeres para mostrarnos sus artesanías. Las mujeres Cofán confeccionan shigras, collares, brazaletes, aretes, bolsos y pecheras con fibras y semillas recolectadas en el bosque, así como plumas de aves propias del lugar. Además, tejen hamacas con la fibra de una palma llamada Chambira (Astrocaryum chambira). Para la elaboración de las hamacas utilizan el cogollo de la Chambira, del que sacan las fibras más tiernas, las cocinan, las secan al sol para que se blanqueen y por último las hilan y tejen.

La mayor parte de los Cofanes visten al estilo occidental y solamente los mayores utilizan sus trajes tradicionales. Las mujeres llevan una falda de colores intensos de amplios vuelos que cubre hasta las rodillas llamada fuño y una blusa de vivos colores que llaman cuntun. Los hombres se ponen  la cushma, una especie de camisón de algodón de color azul introducida por los primeros misioneros y que en su día sustituyó a sus antiguas vestimentas confeccionadas con la corteza de un árbol que llaman kharapacha (Poulsenia armata).

Mujeres Cofán vendiendo artesanía
Mujeres Cofán vendiendo artesanía
Chontaduro (Bactris gasipaes)
Chontaduro (Bactris gasipaes)

En la época de fructificación del Chontaduro (Bactris gasipaes), los Cofanes de Dureno celebran la fiesta de la chonta, con la que buscan mantener su identidad y luchar contra el intenso proceso de aculturación al que han sido sometidos. En esta fiesta de la chonta, los Cofanes lucen su vestimenta tradicional y recuperan actividades ancestrales.

Los Cofanes recolectan los frutos del Chontaduro entre febrero y abril. Su dieta tradicional se basa también en la caza, la pesca y el cultivo en pequeñas chacras o fincas familiares de plátano, yuca, papaya y otros vegetales. Con estos ingredientes, los Cofanes preparan alimentos como la chicha, la chucula, los tamales y el casave. Cada familia Cofán cultiva una chacra de entre cinco y diez hectáreas con plátanos, yuca y diversas especies más para el autoconsumo, así como algunas destinadas a la venta como el cacao. Los Cofanes intercalan entre sus cultivos palmas como el Chontaduro y árboles frutales y maderables.

Plantando árboles en Dureno
Plantando árboles en Dureno
Acuicultura en Dureno
Acuicultura en Dureno

La contaminación provocada por las petroleras y la sobreexplotación han disminuido dramáticamente las posibilidades de caza y pesca en el territorio de Dureno. En su lugar, ahora crían pollos al aire libre y han construido piscinas para tilapias y otros peces. La acuicultura es una actividad novedosa para los Cofanes y algunas familias han llegado a recolectar todos los pecess de sus piscinas sin dejar un stock de reproducción. Posiblemente una herencia de los antiguos tiempos de vida nómada como cazadores-recolectores, en la que no tenía sentido la planificación a largo plazo.

Pero los tiempos han cambiado. En las últimas décadas muchos “cucumas” han llegado al territorio Cofán. Unos, como las petroleras, han traído problemas y otros, como las ONGs, oportunidades de desarrollo. Los Cofanes son conscientes de que viven nuevos tiempos. Emergildo nos acerca hasta la escuela para descubrirnos esta nueva realidad. Me sorprende ver que un profesor de Lago Agrio está explicando a los jóvenes Cofanes el Marco Lógico, el  modelo de planificación de la mayoría de los proyectos de cooperación. Emergildo nos cuenta que estas iniciativas pretenden que los Cofanes se apropien y sean protagonistas de su propio desarrollo.

Taller con los jóvenes de Dureno
Taller con los jóvenes de Dureno

Es conocida la lucha que desde  los años 70  mantienen los Cofanes y otras nacionalidades indígenas de la Amazonía ecuatoriana con la Texaco estadounidense, a cuenta de las prácticas  desarrolladas por esta multinacional en la explotación de sus pozos petroleros. Entre 1964 y 1990, la empresa Texaco desarrolló sus actividades de explotación de petróleo en la Amazonía ecuatoriana. En 1993, un grupo de campesinos e indígenas, en representación de otras 30.000 personas, interpuso una demanda en las Cortes de Nueva York en contra de las operaciones petroleras que durante más de 25 años había realizado la Texaco en su territorio. Emergildo fue uno de los indígenas que viajaron a Nueva York para hablar en nombre de su pueblo.

“Dado que para los necios las evidencias palpables no son suficientes, que la palabra ha perdido valor y que es necesario justificar las acciones en defensa de la vida, del pasado y del futuro: presentamos una serie de argumentos económicos, legales y culturales para explicar nuestra decisión”. (El mejor lugar de la selva. Propuesta para la recuperación del territorio Cofán. Ed. Abya Yala)

El Oleoducto Transecuatoriano
El Oleoducto Transecuatoriano
Por el río Aguarico
Por el río Aguarico

Debido a la presión social, entre 1995 y 1998 la Texaco realizó operaciones de remediación destinadas a la limpieza del crudo que seguía contaminando el territorio. Pero la remediación no cumplió los objetivos esperados y la selva y sus gentes han seguido sufriendo las consecuencias de la contaminación. La demanda interpuesta en Nueva York fue posteriormente trasladada a Ecuador, donde en 2003 se inició el llamado “Juicio del Siglo” contra la empresa Texaco, que debido a sus operaciones petroleras en la Amazonía es posiblemente la que mayor deuda ecológica e histórica ha acumulado en Ecuador.

“Cuando empezó la perforación de petróleos ha habido mecheros prendidos y la lluvia cae y se coge en un recipiente y queda agua de color negro, la gente no sabía, sin saber tomaba.” “El agua de lluvia caía contaminada por el humo de los mecheros que permanecían encendidos. El río estaba contaminado, pues niños y adultos salían manchados de petróleo luego de bañarse en sus aguas, lo que les causaba rasquiña en todo el cuerpo.” “Donde hay pozos petroleros hay piscinas abiertas y ahí cuando llueve y se llena de agua se va circulando a río pequeño  después a río Pisulí y se pasa al río Aguarico por eso se contamina todo hasta el río Aguarico.” “Por la contaminación de las aguas se extinguieron los “dodochogas”, que eran loros que se alimentaban en el río.” “Los peces morían con el crudo del río, nosotros comíamos pero nos enfermábamos con diarrea y sangre; dolor de barriga y comezón en la piel.” (Las palabras de la selva. Estudio psicosocial del impacto de las explotaciones petroleras de Texaco en las comunidades amazónicas de Ecuador. Instituto Hegoa – UPV/EHU).

En 2011, la Corte Constitucional de Ecuador falló en firme que la petrolera era culpable de contaminación medioambiental e impuso a la empresa una indemnización de 9.500 millones de dólares para reparar el daño causado. Sin embargo, Chevron, la heredera de Texaco, demandó al estado de Ecuador ante el Tribunal Internacional de La Haya, que falló a favor de la petrolera, con lo que sería Ecuador quien tendría que pagarle una millonaria indemnización. Mientras tanto, los Cofanes de Dureno continúan en 2025 luchando contra la entrada de las petroleras en su territorio, ahora encarnadas en la compañía Petroamazonas.

Estoy reescribiendo este relato en 2025, más de 15 años después de mi visita a los Cofanes de Dureno. Consulto Internet para ver qué les ha ocurrido en este período y me sorprende lo que veo.

Hasta hace unas pocas décadas, los Cofanes vivían en las grandes casas comunales tipo maloca amazónicas. Cuando visité la comunidad en 2008, las viviendas de Dureno eran casas unifamiliares dispersas levantadas sobre pilares de madera y con el techo de cinc o de hojas de palma, para lo que empleaban especies como la Chonta (Iriartea deltoidea) o la Paja Toquilla (Carludovica palmata). En 2025, las fotos de Internet muestran otro paisaje bastante distinto. La comunidad Cofán de Dureno se ha transformado en la Ciudad del Milenio A´i Dureno, que surge como una política estatal de compensación por los impactos producidos por la reapertura de pozos petroleros promovida por el Gobierno de Ecuador y Petroamazonas. Las fotografías muestran un conjunto de viviendas de caña y cemento, todas iguales y agolpadas. Una imagen muy distinta al Dureno que yo conocí en 2008. Los tiempos continúan cambiando para los Cofanes.

Viviendas en Dureno en 2008
Viviendas en Dureno en 2008

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